Vender es fundamental para nuestro crecimiento personal y profesional.
Es una habilidad tanto como una tarea que debemos abrazar con pasión por los efectos transformadores que puede tener en nuestra vida.
Posicionamos nuestra marca personal en nuestras relaciones para pertenecer a grupos de nuestro interés.
Nuestros atributos nos abren o cierran puertas con las personas más significativas de nuestras vidas.
Vender nuestros conocimientos y capacidades con resultados nos abre las puertas a los trabajos que soñamos. Y de la mano con lo que traemos en nuestro portafolio de herramientas, también vendemos nuestra capacidad de dar resultados con evidencias claras.
Nuestra mejor tarjeta de presentación son los impactos positivos que hemos logrado en equipos y clientes.
Ahora, si estamos en nuestras funciones, vender es vital para lograr nuestras metas.
Vendemos el potencial de un proyecto para convocar a nuestro equipo.
Vendemos la importancia de la misión y visión de la empresa para convocar cabezas, corazones y manos en un esfuerzo alineado.
Vendemos el potencial de logro y sus beneficios para comprometer a nuestros equipos a llevar adelante iniciativas.
Vender construye en muchos sentidos nuestra libertad financiera.
Nuestros logros actuales y futuros vendrán de nuestra capacidad de persuadir en negociaciones.
Y este ejercicio constante además construirá nuestras habilidades de comunicación.
Nos hará más eficientes y más efectivos, lo que a su vez nos dará herramientas para liderar mejor.
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