Siempre representamos a nuestra empresa

La semana pasada tuve la oportunidad de impartir un taller - conferencia sobre servicio al cliente.

Comentaba como uno de los puntos centrales del tema la importancia de saber que siempre representamos a nuestra empresa. El portar un gafete con nuestra fotografía no es solamente para cumplir con un procedimiento de recursos humanos. El gafete para identificarnos le dice al cliente que nosotros somos parte de la solución que busca. Y para otros actores como proveedores o medios, nuestro gafete nos impone una gran responsabilidad. Nuestras conductas hablarán de lo que se permite y se promueve en la organización con sus implicaciones positivas o negativas.

Por eso, sugería a nuestros aprendedores del taller que representen siempre a su empresa, portando o no su gafete. Si están fuera de su horario laboral o no portan uniforme; de todas formas quienes los conocen los identifican con su organización. Seamos conscientes del poder que tenemos como embajadores de marca. Aseguremos que nuestras conversaciones y reacciones representen lo mejor de nuestros valores personales y de nuestra identidad corporativa. De esta manera también estaremos abonando a la reputación de nuestra empresa. Y hay una consecuencia adicional muy deseable. Los líderes de la empresa siempre verán quienes son representantes positivos de la organización para invitarlos a proyectos.

Estas implicaciones de forma consciente y a veces de manera automática me han acompañado. En la aviación, siempre portaba en eventos corporativos mi gafete. Hacía lo mismo al viajar en mi recorrido por los aeropuertos. Sabía que si ayudaba a una persona a resolver un problema, podría mirar el gafete y ubicar a mi empresa por medio de mi acción de servicio. Es una manera muy poderosa y personal de hacer mercadotecnia porque al final, somos la voz más real y cercana de nuestra empresa por medio de nuestras acciones.

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Imagen de Simeworks en Pixabay