Palabra clave de la gestión: Empatía

Terminé de leer un libro de la serie Inteligencia Emocional de Harvard Business Review Press.

Este tipo de publicaciones me gustan muchísimo por su sentido práctico al recopilar artículos que se han publicado en la revista o en el blog de su página de internet.

En unas cuántas páginas te ofrecen consejos muy sencillos para afrontar retos desde seguridad al comunicarse, enfoque, conversaciones difíciles, entre otros.

En este libro me di cuenta de una palabra que surgía como hilo conductor entre prácticamente todos los artículos: Empatía. Daniel Goleman, uno de los autores más famosos sobre el tema de inteligencia emocional dice que este concepto se aprende, se puede perfeccionar.

En el mundo de la empresa creo que debería ser un tema recurrente de formación. Hacia nuestros líderes, podemos y debemos practicar la empatía dimensionando los retos que enfrentan. Hacia nuestros equipos, igualmente debemos practicar la empatía para entender sus perspectivas familiares y valores. En mi opinión, la empatía es el requisito inicial para generar conexión y después confianza. Si no siento que puedes entenderme y que puedes respetar la realidad que enfrento, difícilmente podré abrirme contigo. Y si no puedo abrirme contigo no podré generar sinergia en el equipo.

La empatía no es solo el respeto y capacidad de escucha activa hacia nuestro interlocutor. En mi opinión y experiencia es también el interés sincero por entender más. Ese interés se manifestará en curiosidad y deseos por indagar más profundamente. La empatía también entenderá los límites de la conexión y sabrá cuando respetar espacios y momentos. Ejercerla no es una ciencia exacta pero con práctica podemos hacerla más efectiva en medio de proyectos o ciclos de retroalimentación. Podemos empezar desde hoy apelando a nuestra sensibilidad, a nuestro mayor deseo de mostrar humanidad para que nuestro interlocutor se sienta respaldado en todo momento.

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