Liderazgo: Focos de observación en equipos

Hace unas semanas en una reunión escuché una simplificación muy útil de un colega.

Compartíamos impresiones sobre el desarrollo de colaboradores.

A raíz de esa charla, me compartía en qué se enfoca para determinar a sus mejores talentos.

Estas prioridades también son sus focos de conversación primaria cuando algo no está funcionando de manera adecuada:

Desempeño

Gerentes, supervisores, operadores y personal de primera línea sin excepción tenemos indicadores a cumplir.

Los números en ese sentido son fríos. Se cumple el 100% del objetivo, se supera en un 5 o 10% o se queda por debajo del cumplimiento.

El tener claro estos puntos críticos y saber que tan cerca o lejos estamos del 100% nos habla de la efectividad de rutinas de trabajo. El historial que se vaya formando a lo largo de los trimestres, semestres o años puede hablar de una trayectoria clara de ascenso, estabilidad o de una preocupante tendencia en descenso que requiere apoyo.

Autogestión

El líder guía y desarrolla, sin duda. Pero el líder debería estar de forma progresiva, menos presente en la operación del personal. El colaborador que depende de forma frecuente del líder para concluir proyectos puede tener una carencia de competencias técnicas o de capacitación. Se debe atender cualquier brecha para que todos en el equipo puedan funcionar con la mayor autonomía, pues de esa forma se crecerá en velocidad e innovación.

Donde podría haber una alerta roja importante es si el colaborador tiene la competencia técnica y los conocimientos, pero carece del carácter para enfrentar los retos de su cargo. Eso le llevaría a constantes validaciones para decidir lo que robaría tiempo al líder para funciones estratégicas.

Valores

Todos aportamos a la cultura de la empresa. Es vital que nuestro aporte sea el más positivo para reflejo hacia clientes internos y externos. El líder deberá poner atención en que cada miembro del equipo represente los valores de la mejor manera no solo con su seguimiento de procesos, sino con la forma de comportarse y su deseo de dar una milla extra.

Con estos frentes de trabajo a la mano, será más fácil diseñar las jugadas para ganar al interior del equipo y hacer ajustes oportunos cuando se requiera.

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