Estoy releyendo Enquiridion, o el Manual de Vida de Epicteto, uno de los grandes exponentes del estoicismo. Cada una de sus páginas tiene lecciones muy inspiradoras para despertar lo mejor en nosotros.
De la mano con su regla fundamental de distinguir lo que está en nuestro control y lo que no, para que de esa forma enfoquemos nuestra energía y capacidades de la mejor manera, hay una cita que me parece especialmente valiosa:
"La enfermedad es impedimento del cuerpo, pero no de la voluntad, si esta no lo quiere así".
Esto para mí dice que voluntad no es física, sino anímica, y sin duda mental. La voluntad se elige, no se recibe. Cuando vemos a una persona superar un reto inesperado, creo que lo hace mayormente por un deseo consciente e intención de no quedarse varado ahí. En ese sentido, la voluntad está en nuestro control.
La voluntad pone la fuerza del alma en acción. Debemos alimentarla para que nos impulse a nuevas fronteras, alejándonos de la mediocridad que desperdicia nuestro tiempo. De esa forma podremos ver más allá y podremos hacer más que lo convencional para, no solo resolver un problema, sino crecer por medio de este.
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Imagen de Ольга Бережна en Pixabay
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