Les decía en la entrada pasada lo mucho que me gustó el libro El poder para cambiar de Craig Groeschel. Creo que este líder y creador de contenido se está volviendo por mucho mi autor favorito de este 2023.
Por eso quiero compartirles otra de sus grandes lecciones. Incluso, esta la he pasado a mi diario para asegurarme que me acompañe tanto en línea como de modo físico.
Y como quiero interiorizarla y practicarla de forma constante; por eso la comparto también por aquí.
El autor propone la que considero es la mejor definición de disciplina que he conocido hasta el momento: Disciplina es elegir lo que más quieres por sobre lo que quieres ahora.
Yo agregaría que es elegir y hacer lo que más quieres, por sobre lo que quieres ahora. Eliges aunque la alternativa no sea la más fácil. Eliges aunque no te sientas con ánimos para transitar por ese camino. La idea es muy simple pero muy poderosa. Nuestra mente está cableada para buscar gratificación instantánea. Nuestra mente busca protegernos y satisfacer a nuestro cuerpo a corto plazo como medida de preservación.
Pero hoy sabemos que no siempre esto es la mejor opción para nuestra salud, nuestras finanzas o nuestra reputación. Las culturas y personas que han alcanzado gran desarrollo e impacto hablan de la demora en la gratificación. Pensar a largo plazo, aunque no es lo natural, es lo más benéfico para nuestro desarrollo.
Por eso me gusta mucho esta definición. Si tengo siempre en mente el estado óptimo, el ideal que quiero alcanzar, es más fácil comprometerme a hacer lo que necesito hoy; aunque no sea del todo placentero. Y esto es algo muy real porque la meta final de la disciplina no se ve a corto plazo. Los frutos de la disciplina se ven en los cambios de procesos e identidad solamente al transcurrir el tiempo. Y perseverar en ese sentido no es fácil, ya que la disciplina duele e incomoda. Pero es mejor al placer a corto plazo de la indisciplina que se convierte en un problema crónico en el largo término.
Elegir lo que más quieres además implica pensar no solo en ti, sino en los que amas y que dependen de ti. Elegir lo que más quieres sobre lo quieres a corto plazo implica pensar en tus valores e imagen que estás construyendo no solo para el próximo día o mañana, sino para los próximos años. Al tener esto en mente decides por voluntad y no por impulso lo que vas a hacer.
De esta manera es más fácil mantenerse en el camino de la disciplina, que aunque empedrado y cuesta arriba, tiene la ventaja de construirnos cada jornada y multiplicar su impacto positivo a largo plazo.
Cadena de publicación 220 / 317
Imagen de Peggy und Marco Lachmann-Anke en Pixabay
Comments