La fortaleza de un negocio = Sistemas

Esta primera semana de clases con mis alumnos de preparatoria hablamos del concepto de modelo de negocios. Detrás de cada uno de sus componentes hay una palabra que une todo y que sin duda se encuentra en cada negocio exitoso: Sistemas. El tener una forma consistente de hacer las cosas asegura calidad y cumplimiento de estándares. Ese cumplimiento se traducirá en satisfacción del cliente y potenciales recomendaciones con prospectos.

Esa forma de hacer las cosas siguiendo un proceso estandarizado es también una pauta para formar a los colaboradores. De esa forma, nos aseguramos que su proceso de integración a la empresa sea lo más óptimo posible. Y ese orden de saber responsabilidades, flujo de recursos y etapas para entregar un producto, permite observar y ajustar la creación de valor en cualquier momento. Si tenemos sistemas de manufactura, sistemas de formación de vendedores y muchos más representados por el diseño de nuestros procesos podemos tener un negocio escalable.

Y además, los sistemas en los negocios nos permiten asegurar la continuidad de la operación en la mayoría de los casos. No quiero decir con esto que los sistemas resuelvan todo. Pero precisamente ante las disrupciones por eventos extraordinarios, los sistemas son la principal ayuda para poner el negocio en marcha de la forma más rápida posible. Con sistemas en marcha, todos sabemos qué hay que hacer, cuándo, cómo y dónde hacerlo. Y lo más importante, los sistemas influyen también en el por qué hacer las cosas de cierta manera.

Por eso, sin importar si tenemos un micro, pequeño o gran negocio con cientos o miles de colaboradores; debemos construir sistemas. De esta forma, el negocio podrá funcionar con nosotros, sin nosotros e incluso a pesar de nosotros. Así, estaremos contribuyendo con nuestro liderazgo a crear una organización adaptable y trascendente en el tiempo.

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Imagen de Michael Schwarzenberger en Pixabay