Cuando inviertas en relaciones para crecer; puedo sugerirte que busques este tipo de vínculos para fortalecerte:
Relaciones de apoyo: Siempre nos alimenta el tener personas que nos escuchen con apertura y que nos permitan desahogar emociones. Estas mismas personas pueden funcionar como un espejo para fortalecer nuestro diálogo personal por medio de sus preguntas.
Relaciones de reto: Aquellas personas que nos invitan, o mejor dicho nos mueven, a ir más allá de nuestras capacidades actuales son muy valiosas. Estas personas ven lo que podemos ser si nos templamos al fuego de la disciplina y el trabajo constante. Siempre necesitamos a alguien que nos empuje a mejorarnos, a descubrir nuevos alcances. Un padre, un amigo, un maestro o un familiar pueden cumplir con esa importante tarea. Una de las formas más lúdicas de aprovechar estas relaciones es siendo compañeros de responsabilidad para adoptar mejores hábitos.
Relaciones de mentoría: Debemos buscar a alguien que nos sirva de modelo de conducta tanto como a alguien con quien podamos compartir nuestro conocimiento. La posibilidad de tener esta mentalidad de alumno y por otro lado ordenar el conocimiento para transmitirlo es una combinación muy poderosa. Cuando tenemos disposición a aprender nos volvemos humildes. Cuando tenemos disposición a enseñar, nos volvemos metódicos y obtenemos el regalo de la trascendencia.
Deseo que con estas ideas comiences la semana buscando con una óptica más rica las relaciones que te ayuden a ser una mejor versión de ti.
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