En estos meses he aprendido mucho de grandes colegas con los tengo el gusto de compartir conversaciones desde hace tiempo. Haydeé, Miguel, Daishi, Cynthia, Vero, Fer y Pepe me han enseñado recientemente a valorar como el liderazgo se caracteriza por la generosidad. El contar con ellos, a pesar de la distancia, en algo tan importante como el plan vocacional de nuestros alumnos es algo inspirador y me llena de gratitud por cada uno.
El darnos tiempo para los demás en nuestras agendas es una prueba de la voluntad de transformar nuestro entorno. Es también una prueba del genuino deseo de trascender dejando una marca positiva donde vayamos. El liderazgo siempre busca aportar valor a los demás y encontrar soluciones. Como dicen en nuestro equipo de trabajo, los líderes buscan el como si.
Los líderes tienen apertura a intercambiar mejores prácticas. Y también esa generosidad se ve en el deseo de ser conectores naturales entre sus redes de contacto. Tienen la apertura de aceptar proyectos para difundir aprendizajes y sobre todo construir nuevos líderes. Estos líderes que tengo el privilegio de tenerlos por amigos, me enseñan cada día que hay dos preguntas que debemos responder: ¿Qué puedo hacer hoy por los demás? Y ¿A quién puedo aportarle algo positivo el día de hoy?
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Foto de Elaine Casap en Unsplash
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