El título de este post con diagonales busca hacer una distinción en el grado de curiosidad y deseo de investigar por parte del líder. Creo que uno de los hábitos clave que pueden definir nuestro impacto es nuestra capacidad de ver más allá de la solución; ver más allá de la entrega que recibimos o del reporte de un hallazgo. El líder debe buscar siempre causas raíz. El líder debe buscar siempre que el equipo se esfuerce más y que amplíe sus perspectivas para llegar a mejores respuestas. De alguna manera, el líder es el que hará al equipo enfrentarse con ellos mismos para crecer en el proceso de solución de un problema.
Y este proceso de crecimiento tiene que ver con el método socrático. El promover aprendizaje a través de las preguntas es uno de los motores de la madurez y la recursividad. Creo que un líder que pregunta ya sea para conectar con otra área o para asegurar la calidad de un producto final, es un líder que está poniendo un buen ejemplo. Un líder que pregunta demuestra compromiso y consciencia sobre las implicaciones del problema que se está tratando. Quiere asegurar que la solución que se está configurando es la mejor posible.
Por eso un líder deberá tener en mente alguna de las siguientes preguntas en su caja de herramientas:
¿Cómo llegaron a la solución?
¿Se involucró a todos los interesados en el problema en el proceso de solución?
¿Cómo nos aseguramos de que la solución es la óptima para el cliente respecto a la competencia?
Y ante problemas; el líder no debería preguntar ¿Quién es el responsable? antes de preguntar ¿Cómo solucionamos de la forma más rápida y sencilla para el cliente? Creo que la capacidad de preguntas del líder es lo que da foco al equipo en momentos críticos. Por eso, escoger correctamente la pregunta es una tarea muy importante.
Y en ese sentido va mi explicación más detallada de las diagonales en el título. Habrá ocasiones en las que el líder causará incomodidad por su preguntas reiteradas e incisivas que demuestran que no está 100% satisfecho con el equipo. Ese tipo de desafíos puede verse como una falta de confianza en las capacidades. El equipo puede sentir que el líder los llevará a retrabajar. Pero hay una delgada línea roja entre el retrabajo y la mejora al ampliar perspectivas. El líder debe retar para asegurar que su equipo está haciendo un ejercicio de análisis serio, que provoque divergencias. Es difícil escuchar a un líder retador. Pero cuando uno interpreta las preguntas a la luz de la misión con el cliente puede encontrar el sentido constructivo de las preguntas.
La tarea de un líder para ser estratégico es ser exhaustivo. Es ahí donde yace la profundidad como una de las tareas de las preguntas de valor. Cuando el líder percibe que la solución no es sistémica, debe provocar una mayor reflexión en el equipo. Con ese reto intelectual, el equipo podrá prevenir riesgos o descubrir oportunidades que a primera vista no surgían. Así, líder y equipos estarán agregando más valor ante sus clientes y ante la organización.
Por eso, para mí, es una tarea de vital importancia siempre preguntar, para generar mejores soluciones y en el camino provocar crecimiento por medio del aprendizaje con mi equipo.
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