Se dice que el líder es el gran facilitador, el gran vehículo para derribar obstáculos para el equipo.
Incluso algunos líderes han ganado fama por su disposición y apertura a dar luz verde a su equipo generando una gran cultura en sus organizaciones.
Richard Branson, el fundador de Virgin Group, narra en el libro Screw it, Let's do it: Lessons in Life que su equipo lo llama cariñosamente Dr. Yes (Dr. Si). Branson narra que él siempre encuentra más razones para lanzar una iniciativa que para detenerla. Agrega: "Nunca diré no puedo hacerlo porque no se cómo hacerlo. No creo que la frase no puedo deba detenernos. Si mantenemos los ojos abiertos y aprendemos se puede encontrar una forma de avanzar".
Sin duda es una visión inspiradora y que genera un gran empuje. Y sin duda esta visión y actitud empodera a los empleados y detona innovaciones en gran escala.
Concuerdo que los líderes debemos ver posibilidades antes que limitaciones.
Los líderes debemos buscar el CÓMO SI antes que el CÓMO NO hacer las cosas.
Sin embargo, ante ese carácter como habilitadores y promotores, también debemos saber cuándo poner límites. Es ahí donde el poder del NO es muy útil y necesario para el líder.
El líder debe y puede decir que no a aquello que ponga en riesgo los valores y viabilidad del negocio.
Puede y debe decir que no a aquello que vulnere la credibilidad de la empresa al romper reglas que generen un precedente negativo para el personal o los clientes.
El líder igualmente debería detenerse ante aquellas cosas que desvíen la atención o los recursos del núcleo de negocio y que en ese camino lesionen la experiencia de los clientes.
Igualmente el líder debería decir que no a aferrarse a sus ideas de manera ciega, o a permitir que otros inhiban los cuestionamientos legítimos para resolver mejor un problema.
Y en este ámbito de no permitir que se coarte la libertas y diversidad de ideas, el líder también debe decir que no a las discusiones interminables que paralicen la acción. El líder debe saber los límites de un intercambio sano para enfocar a tiempo a su equipo.
De esta forma, aunque sean pocas las ocasiones que el líder diga que no, serán muy valiosas esas intervenciones para mantener un equipo enfocado y comprometido en los mejores principios de operación del negocio.
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