Encuentra la gratitud en las personas

Las personas que te cuestionan y retan tus ideas son un regalo para mejorar tu capacidad de comunicación y persuasión.

Las personas que te enfrentan en momentos inadecuados y de formas poco incómodas son un regalo para practicar tu paciencia.

Las personas que te ayudan de manera espontánea para evitar un problema son un regalo que te recuerda el valor de la generosidad.

Las personas que te dan una palabra o un gesto de aliento cuando lo necesitas son un regalo para tu confianza y tu resiliencia.

Las personas que te escuchan con atención son un regalo para que recuerdes el valor de la empatía.

Las personas que te te acompañan en la vida y te recuerdan son un regalo para recordarte que tu sola presencia agrega valor al mundo.

Puedes ver con estos sencillos ejemplos que en todas las personas se esconden tesoros para mejorarte, para fortalecerte. Por eso debemos agradecer a cada persona que se cruza en nuestro camino. A través de ellas crecemos, entendemos mejor a los demás y sobre todo alimentamos nuestra mente y corazón.

Todas las personas son si lo queremos una fuente para agredecer cada día por esos momentos de la verdad.

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Imagen de Aernout Bouwman en Pixabay