El día de hoy uno de mis alumnos entrevistó a un colega y amigo, hoy orgullosamente capitán de Boeing 737 en Aeroméxico. El motivo de la entrevista era acercar a nuestro alumno a un profesional de su carrera de interés y entender un poco sus motivaciones, sus retos y los requisitos para alcanzar esas alturas.
Aunque la charla era para mi alumno, no pude evitar tomar algunas notas en este constante viaje de aprendizaje. Pepe, mi amigo, comentaba que para llenar vacantes en Aeroméxico entra 1 de cada 4 aplicantes. Si te quieres distinguir y estar en la aerolínea global de nuestro país, tienes que estar en el 25% superior de todo el universo.
Este fenómeno se repite por ejemplo en el proceso de admisión a las universidades públicas o en programas de matrícula limitada por su grado de especialidad. Los mejores, los más comprometidos y los más dedicados en su preparación tienen más probabilidades de llegar a la meta. Sin duda, esto aplica a cualquier ámbito. Si queremos las mayores recompensas, necesitamos un esfuerzo a la altura de nuestras aspiraciones.
Y llegar no es suficiente. Pepe comentaba que los pilotos tienen que aprobar exámenes médicos, técnicos y de diferentes naturalezas de forma periódica. De hecho, los pilotos aviadores tiene que recertificarse cada cierto tiempo para mantener su licencia de vuelo. Este es un segundo nivel de competencia, en este caso con nosotros mismos. Debemos mantenernos actualizados y tomar las decisiones que nos mantengan en estado óptimo para seguir haciendo lo que amamos.
Entonces, si queremos aquellos lugares y logros reservados para los mejores… debemos poner manos a la obra. Primero en prepararnos más y de forma más consciente para destacar. Y en segundo lugar, debemos mantener esa hambre de autocuidado y autodisciplina para vencernos cada día y descubrir que podemos ser nuestra mejor versión, una que llegue más lejos y que sea un ejemplo positivo a largo plazo.
Cadena de publicación 405 / 544
Imagen de Orsi Oletics Herczog en Pixabay
Comentarios