Siguiendo la publicación anterior, quiero explorar con algo más de detalle la importancia de las competencias de trabajo en equipo. Independientemente de la industria, una de las características más buscadas en un candidato es la capacidad de sumar con los demás. Por supuesto que se valora la contribución individual y los resultados personales; pero en un ambiente complejo la colaboración es clave.
En mi experiencia, la colaboración a través de diferentes áreas e incluso niveles organizacionales es algo que distingue a los mejores talentos. El no tener miedo de romper silos y comunicarse abiertamente con foco en un objetivo es algo muy destacado en cualquier candidato. Esta confianza y capacidad de resolución nace del compromiso con la empresa y también del empuje hacia lograr las cosas.
Otro punto clave de la capacidad de trabajo en equipo es la flexibilidad. Buscamos futuros líderes, pero para llevar un grupo primero debemos saber escuchar y andar con el grupo. Un talento que denota un excesivo individualismo o necesidad de ser protagonista me parece un foco de alerta. El presidente Harry S. Truman de Estados Unidos solía decir "Es increíble lo que puedes lograr sino te importa quien se lleva el crédito". Esta es una idea clave. A veces pensamos que solamente nuestra gestión visible nos hará crecer. No es así. Un líder experimentado verá tanto los esfuerzos reflejados en el producto terminado como las interacciones y la cultura al interior del grupo. Y los que ayudan a construir y sostener al equipo tanto como los que entregan el producto final merecen un mérito equiparable.
Me gustaría añadir un último punto de esta primera categoría de competencias en los procesos de selección: La capacidad de trabajo en equipo requiere proactividad. Un gran miembro de equipo jamás esperará instrucciones para ponerse en marcha. Estará siempre atento para apoyar al equipo y siempre con la voluntad de ir más allá de sus funciones pues sabe que la estrella al final es el grupo.
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